Hoy se cumplen 13 años desde el lamentable accidente aéreo que sucedió en el Aeropuerto Regional Ernesto Lozano ubicado a 1 kilómetro del entronque en la carretera rumbo a Valle de Allende, donde cuatro jóvenes jimeneses quedaron sin vida.
El 29 de septiembre del 2011 por la mañana, Gabriela Jazmín Meza Núñez, de 20 años, estudiante de Pedagogía del Centro Cultural Universitario (CCU), competía por la sociedad de alumnos del citado plantel, encabezando la planilla azul, por lo que se dispuso como medio publicitario a lanzar volantes desde una avioneta.
Edgar Gabriel Abes Campos, de 24 años, contador público y piloto aviador, conocido por ser parte de una familia de pilotos, hijo del señor Pablo Abes, se ofreció a ayudarla prestando y piloteando la avioneta.
Dos amigos más se incluyeron en el viaje,
Alejandro Valles Medrano, de 23 años, su padre, un conocido soldador en Jiménez y, además, Marcos Ángel Carrillo Moreno, de 23 años, ganadero y con domicilio también en Jiménez.
Siendo cerca de las 10:15 horas el grupo de amigos se dirigió de Jiménez al aeropuerto antes mencionado, con el propósito de soltar los volantes desde el cielo a los estudiantes del CCU, por lo que abordaron una avioneta tipo Piper PA 28-235, de color blanco, con líneas azules y matrícula XB-TAP -la cual tiene un valor aproximado a los 60 mil dólares-, y se dirigieron a la pista para despegar.
Todo iba bien hasta que, al acercarse al final de la pista, una corriente descendente de aire golpeó la avioneta, probablemente, no contaba con la altura suficiente y la velocidad a la que iba era baja, lo que ocasionó que cayera de picada contra el asfalto, girando bruscamente y expulsando a los cuatro jóvenes de la cabina.
La escena final fue desgarradora, la avioneta destrozada en el suelo, los cientos de volantes dispersos y en el perímetro, los cuatro amigos quienes murieron de manera instantánea tras el impacto.
Fueron más de 50 elementos de diferentes corporaciones los que arribaron al lugar, observando el metal retorcido que antes era la cabina de la avioneta, siendo los primeros en llegar las brigadas de auxilio del aeropuerto y los Bomberos de la ciudad de Parral, así como elementos de la Policía Municipal de Allende y oficiales de la Policía Federal División Caminos.
Elementos del Ejército Mexicano también acudieron al lugar para resguardar el área, mientras llegaban los peritos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua Zona Sur y el Servicio Médico Forense quienes trasladaron los cuerpos al SEMEFO, donde se les practicó la necro cirugía de ley.
Después de 13 años recordamos a estos cuatro jóvenes jimenenses que perdieron su vida en un día como hoy, aunque físicamente ya no se encuentran, siguen en las mentes y corazones de sus familiares y amigos.
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