La mujer australiana acusada de asesinato por preparar un solomillo Wellington con setas venenosas que mató a tres personas también intentó matar a su marido varias veces, según unos documentos policiales publicados este viernes.
Erin Patterson, de 49 años, está acusada de servir carne envenenada a sus suegros, Don y Gail Patterson, y al ministro baptista Ian Wilkinson y su esposa Heather el 29 de julio.
Patterson y Wilkinson murieron pocos días después con síntomas similares a los causados por la ingestión de cápsulas de la muerte. Sólo el pastor, de 69 años, sobrevivió tras permanecer hospitalizado casi dos meses.
Erin Patterson fue acusada de asesinato este jueves. Se le imputan tres cargos de asesinato y cinco de intento de asesinato, según la policía del estado de Victoria, donde ocurrió la tragedia.
También ha sido acusada de cuatro cargos de intento de asesinato de su marido, Simon Patterson, del que estaba separada, según los documentos policiales hechos públicos el viernes. La presunta envenenadora pasó a disposición judicial ese mismo día y volverá en mayo para dar tiempo a la investigación.
Según la policía, el marido "cayó enfermo después de comer" en 2021 y 2022. Erin Patterson fue detenida este jueves por la mañana antes de ser interrogada, pero mantiene su inocencia. Se registró su domicilio.
En agosto, afirmó que había comprado las setas utilizadas para aromatizar la carne en una tienda de comestibles asiática y que había sido un accidente.
El caso ha conmocionado al país y ha puesto en el punto de mira a la pequeña localidad rural de Leongatha, 110 km al sureste de Melbourne.
Ha despertado un interés "increíble" en los medios de comunicación y en la opinión pública de Australia y del extranjero, admitió el jueves por la mañana el inspector Dean Thomas, de la Brigada Criminal de la Policía de Victoria.
El caparazón de la muerte, también conocido como oronge verde, puede confundirse fácilmente con especies comestibles.
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